Los guisantes, bolitas de placer

Aunque la temporada de los guisantes (Pisum sativum L.) es la de la primavera, en abril es cuando más y mejor se dan, los primeros ejemplares ya han aparecido en el mercado a un precio bastante alto.

Planta herbácea, más o menos trepadora,  de la familia de las leguminosas, y de la sub-familia de las papilionoideases, es propia de la cuenca mediterránea, aunque ahora ya se encuentra extendida en todo el mundo. De hecho, el mayor productor mundial es la India.

Se cultiva para obtener sus pequeñas semillas -los guisantes propiamente dichos- y las tiernas vainas que los envuelven.

Los guisantes se clasifican teniendo en cuenta sus características: forma de las semillas en la maduración, tipo de cosecha: temprana, media y tardíos, tamaño de la planta, etc.

Las variedades más consumidas son: negret, teléfono, tirabeque, bayard, capuchino, vertirroy, lincoln, teleción, islam, voluntaio, albillas guarreras y nanas.

Los guisantes negret tienen una gran aceptación entre entendidos.

La mejor forma de consumirlos es al vapor o hervidos, pero muy poco cocinados, para que no pierdan sus vitaminas ni la mitad de sus propiedades.

En el caso se añadirlos a un arroz o un estofado, se echan cinco minutos antes de apagar el fuego, para que no se deshagan y no pierdan sus vitaminas y sabor.

La denominación guisante (del mozárabe biššáuṭ, y este del latín pisum sapĭdum, guisante sabroso, influido por guisar) o chícharo (del mozárabe číčar-o, y este del latín cicĕra) aplicada a toda la planta es una metonimia, pues este no es más que la semilla.

En América Latina, los guisantes son más conocidos con el nombre de arvejas (Argentina, Uruguay…) o chícharos (México, Centroamérica, Caribe…).

Los orígenes de esta verdura se encuentran en la prehistoria. Se tiene constancia de ello, gracias a los fósiles del año 7.000 a c. hallados en unos yacimientos en la India,
del periodo Neolítico.

A Europa llegaron probablemente desde Egipto y Palestina y hasta el siglo XVI se utilizaba seco, para dar de comer a los animales. Desde ese momento, empezaron a consumirlo los hombres y a cultivarlo, para comerlo fresco.

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Fuente: http://territoriogastronomico.com/