La comida enlatada o en botes de cristal garantiza su conservación durante un largo período de tiempo y puede ser una alternativa muy sana para completar una alimentación rica en productos frescos. Te enseñamos cómo saber si una conserva es sana.
Estos son 8 puntos a tener en cuenta:
1.- En la simplicidad está la clave: Cuantos menos ingredientes tengan, mejor. Entre uno y cinco está la recomendación. Las latas y conservas más habituales son legumbres, pescados y algún marisco, verduras o frutas.
2.- Ordénalas por antigüedad: La fecha de caducidad no suele ser motivo de preocupación, ya que son de larga duración. Cuidado con que los botes no estén abollados, oxidados o hinchados. Las conservas al natural pueden aguantar alrededor de 4 años en buen estado, y en aceite, incluso a los 6 años. Coloca las más antiguas al principio para no olvidarte de ellas.
3.- No compres platos enteros preparados: Las albondigas en lata, fabada ya preparada, carnes con salsa y un largo etcétera suelen abusar de más conservantes, tener más calorías, sal y azúcar.
4.- Bajas en sal: Este es uno de los puntos fundamentales. Las conservas bajas en sal no tienen más de 0,12g de sodio o 0,3g de sal. De forma ideal deberían tener menos de 0,04g de sodio o 0,1g de sal. Un truco si solamente aparece el sodio es multiplicar esa cifra por 2,5 para conocer los gramos de sal que tiene la lata. Al lavarlas también se desalan.
5.- Sin azúcares añadidos: En el caso del azúcar, solamente la fruta en almíbar debería llevar. Los productos bajos en azúcar tienen menos de 5 gramos de este producto por cada 100 gramos.
6.- Aceite de buena calidad: Las conservas en aceite deben llevar aceite de oliva virgen extra o en todo caso, virgen, mucho mejor que de girasol. Si es de girasol, lo idea es que sea alto-oleico. Es muy recomendable también comprar alimentos al natural e incorporar tú el aliño o aceite deseado.
7.- Mejor en bote de cristal, ya que así podrás apreciar el alimento, que no cogerá sabor metalizado. Los botes de cristal también son reutilizables para elaborar tus propias conservas. Recuerda que puedes utilizar el líquido para elaborar tus propias salsas y aliños.
8.- Dispón siempre en tu despensa de conservas de alta calidad. Las legumbres son muy socorridas, ya que su preparación es lenta y constituyen una gran fuente de proteínas, fibra y minerales para tu dieta. El atún, los espárragos, los encurtidos, la remolacha o los germinados son algunos ejemplos.