La leche evaporada es aquella leche que se le ha extraído cerca de un 60% del agua existente en la leche. Suele presentarse enlatada y su mayor ventaja es que soporta grandes períodos de almacenamiento (desde semanas hasta meses, dependiendo de la marca del producto). La leche evaporada es más espesa que la leche normal y, para su consumo, sólo es suficiente agregar agua. A diferencia de la leche condensada, la leche evaporada no contiene azúcar.
A tomar en cuenta
Los principales beneficios de la leche evaporada se deben a su aporte en proteínas de alto valor biológico y a que es rica en vitaminas y minerales como el calcio, al igual que todos los lácteos. En caso de que se produzca una pérdida o modificación de los nutrientes, sucede durante el tratamiento térmico de los lácteos y no por la deshidratación de la leche.
Por tanto, la leche evaporada posee el mismo valor nutritivo que las demás, al igual que en el contenido de grasas, equivalente a la leche de origen, entera, desnatada o semidesnatada. Es decir, que la gran diferencia con respecto a las otras, reside en el proceso tecnológico al que se ve sometida esta leche. En cuanto a sus usos, la leche evaporada constituye un buen ingrediente en la preparación de postres y dulces.
Esta leche soporta grandes períodos de almacenamiento
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