Les presentamos una receta de pechuga de pollo con tomate frito y parmesano. Es una receta perfecta para un plato principal, muy sencilla de preparar y que está para chuparse los dedos.
Para que esta receta funcione, la salsa de tomate frito debe ser sabrosa, nutritiva y estar elaborada con ingredientes de calidad.
Para preparar esta receta con tomate frito necesitaremos:
· 4 pechugas de pollo enteras, de un tamaño normal.
· 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
· Un poco de sal a nuestro gusto
· 40 gramos de queso parmesano
· 2 bricks de Tomate Frito BRICK DIAMIR (total 400 gr).
Para empezar con esta receta, lo primero que tendremos que hacer será limpiar las pechugas de pollo y hacerlas a la plancha, ya sea en una parrilla o en una sartén.
La clave para esta cocción es ponerlas a fuego lento para evitar que se doren muy rápido por fuera pero asegurándonos de que se cocinen bien por dentro.
Es muy importante secar la superficie de la pechuga para ayudar a que se dore correctamente y no aplastarlas contra la sartén, porque así lo único que conseguiremos será que pierdan sus jugos y su sabor. También es importante echarle la sal después de la cocción y no antes.
Mientras preparamos las pechugas, calentaremos nuestra salsa de tomate frito en un cazo, una cazuela o una sartén, a fuego bajo para evitar que se pegue o se queme.
Daremos un par de vueltas a las pechugas para asegurarnos de que se cocinen correctamente y cuando estén listas, las incorporaremos en la sartén con el tomate frito ya caliente y las dejaremos en reposo para que adquieran el aroma del tomate.
Mientras las pechugas reposan con el tomate, cortaremos unas lascas de queso parmesano que dejaremos caer sobre nuestro plato.
Apagamos por completo el fuego, añadimos un poco de orégano, un pequeño chorro de aceite de oliva y a comer.