Tiene su origen en Inglaterra allá por el siglo XVIII, y se le atribuye al aristócrata John Montagu IV (13 de noviembre de 1718 – 30 de abril de 1792). Se cuenta que, durante las negociaciones de la Paz de Aquisgrán, su pasión por los juegos de naipes lo habría llevado a descuidar las comidas. Podía pasarse horas y horas delante de una mesa de juego sin probar bocado. Sus criados, preocupados por esta situación, se las ingeniaron para prepararle alimentos que pudiera comer sin dejar de jugar. Así pues, le hicieron dos rebanadas de pan para evitar mancharse los dedos, con el fiambre y las carnes frías que le servían para comer, permitiéndole, a la vez, satisfacer su gran apetito sin dejar de jugar a los naipes. Y, aunque no lo inventó él mismo, lleva su propio apellido.
Pero, a pesar de ser este el verdadero origen del sándwich, no se dio a conocer su nombre hasta finales del siglo XIX en Estados Unidos, gracias a Harry Stevens, dueño de un concesionario, durante una entrevista que se le hizo en 1924. En ella dijo que en 1894 los “ham and cheese sándwiches” eran el único alimento que se servía en los eventos deportivos de los “baseball parks de Nueva York”. Aún quedaban unos 15 años para que los perritos calientes, hot dogs o frankfurters, entraran con fuerza a formar parte de las comidas que se servían en los estadios norteamericanos.
Existen muchísimas variantes de este tipo de sándwich, tanto en el nombre que recibe, como en la forma de elaboración, dependiendo del país en el que nos encontremos.
En Francia apareció por primera vez en 1910 en la carta del café parisino «Boulevard des Capucines» con el nombre de Croque-monsieur. Se trataba de un sándwich elaborado con pan de molde, jamón cocido y queso, generalmente de emmental o gruyer, asado al horno, a la plancha o en una sartén. Su toque, altamente distinguido, ha llegado hasta nuestros días convirtiéndose en un símbolo indiscutible de la cocina de ese país. Casi siempre se sirve gratinado. Su versión más conocida es el Croque-madame, cuya diferencia radica en la presencia de un huevo frito o a la plancha en su parte superior. Recibe este nombre en referencia al tocado de las damas de principios del siglo XX.
En Cuba aparece por primera vez con el nombre en castellano de “Sándwich Mixto” en los años 30. Fue muy popular en los quioscos callejeros, cafeterías y restaurantes informales cubanos durante esa época, y, sobre todo, entre los trabajadores de las fábricas de cigarros y los ingenieros azucareros de las ciudades más importantes aledañas como La Habana o Santiago de Cuba. Este sería el germen del famosísimo “Sándwich Cubano”, cuya importancia radica en las comunidades cubanoamericanas de Ybor City y Key West, Florida.
Ybor City, un histórico vecindario de Tampa, fue fundado a finales del siglo XIX por el español Vicente Martínez Ybor y en él convivían italianos, que aportaron el salami, cubanos, el cerdo, y españoles, el jamón. Su repercusión fue tal, que a día de hoy es uno de los sándwiches más conocidos y deliciosos. Como ocurre con otros tantísimos platos conocidos, los ingredientes pueden variar, pero casi todos tienen jamón, queso, carne de cerdo, pepinillos u otros vegetales, mahonesa, kétchup, mostaza y otras salsas al gusto. Puede o no llevar también salami genovés importado por los italianos del lugar. El detalle del pan es muy importante, tiene que ser pan cubano, de forma alargada y crujiente. Una vez montado todo sándwich con todos los ingredientes, se asa a la parrilla en una plancha metálica presionando el pan para que quede crujiente.
En España el Sándwich Mixto aparece alrededor de los años 50 con el auge de las cafeterías, sobre todo en la capital, Madrid, y en Barcelona. En esta última se le llegó a conocer como “bikini”, en honor a una de las discotecas de la ciudad: la sala Bikini. Esta se abrió en el año 1953 en la Diagonal, formando parte desde entonces de la historia nocturna de la ciudad. En ella se podía escuchar buena música, conocer gente, picotear algo… Lo que más se servía era el sándwich mixto o una versión, con influencias de la cocina francesa, similar a su Croque-monsieur. Fue tal su éxito que su nombre, sándwich Bikini, se extendió por toda Cataluña, a excepción del resto de España donde se le conoce como mixto.