¿Cuándo se debe tomar sidra: durante la comida o al final?

La sidra, en sus versiones más tradicionales y secas, se considera más una bebida de mesa que un digestivo. Te explicamos por qué.

Aunque muchas veces se utiliza para brindar al final de una celebración, la sidra —especialmente la natural o seca— tiene un lugar mucho más interesante y sabroso: durante la comida.

📍 Una bebida tradicional de mesa

La sidra, sobre todo en sus versiones más tradicionales, es una bebida con historia y carácter. En regiones como Asturias o el País Vasco, no se concibe una buena comida sin sidra en la mesa. El ritual del escanciado y su disfrute como acompañamiento gastronómico forman parte de una cultura que la entiende no como un digestivo, sino como un complemento perfecto para platos sabrosos.

🥘 ¿Por qué tomar sidra durante la comida?

Existen varios motivos por los que la sidra encaja mejor a la hora de comer:

• Su sabor ácido y seco combina de maravilla con quesos, pescados azules, embutidos o carnes curadas. Su frescura limpia el paladar y realza los sabores de los alimentos.

• Tiene una baja graduación alcohólica, por lo que resulta ligera y adecuada para consumir a lo largo de una comida sin saturar.

• Marida bien con platos grasos o intensos, ayudando a equilibrar la experiencia en boca.

🥂 ¿Y al final de la comida?

Nada impide brindar con sidra después de comer, pero es importante hacer una distinción:

• La sidra natural (seca y sin burbujas) puede resultar demasiado ácida y poco dulce para cerrar una comida con postres o como digestivo.

• La sidra espumosa o dulce, en cambio, sí es muy adecuada para los brindis festivos. Tiene un perfil más afrutado y efervescente, ideal para celebraciones y momentos especiales.

✅ En resumen

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Así que la próxima vez que pongas sidra en tu mesa, piensa en ella como una aliada del plato, no solo del brindis. Con la combinación adecuada, puede elevar la experiencia gastronómica con su frescura y personalidad.