El manchego es el queso español más famoso internacionalmente, que está elaborado con leche de oveja de raza manchega y protegido por la Denominación de Origen La Mancha. Se puede encontrar semi-curado, curado y viejo, dependiendo su tiempo de maduración. Vamos a decantarnos por un semi-curado para hacer unas clásicas croquetas con bechamel.
- 150 g de Queso manchego Adarga
- 400 ml de Leche
- 1 ud de Cebolla
- 80 g de Harina
- 2 ud de Huevos
- 50 g de Pan rallado
- 20 g de Mantequilla
- 20 ml de Aceite de oliva
- 1 pizca de Nuez moscada
- Sal
- Pimienta negra
- Aceite de oliva para freír
- Harina para espolvorear
Calienta la leche y retira del fuego al primer hervor.
Pela y pica la cebolla.
Calienta el aceite y la mantequilla en una sartén y pocha 4 minutos la cebolla picada.
Añade la harina y remueve con una cuchara de madera hasta cocinarla bien.
Agrega la leche caliente, poco a poco y sin dejar de remover para evitar que se formen grumos, hasta agotar toda la leche.
Espolvorea con la nuez moscada y una pizca de sal y de pimienta recién molida, mezcla bien, retira del fuego y añade los taquitos de queso, casi se fundirán al contacto con la bechamel caliente. Vierte en una fuente de bordes bajos, cubre con papel film tocando la superficie para que no le salga costra y deja enfriar del todo.
Bate los huevos en un plato hondo y echa el pan rallado en otro.
Pásalas por huevo batido y luego por pan rallado y fríelas en una sartén con abundante aceite bien caliente hasta que se doren de manera uniforme.
Saca y escurre sobre papel absorbente antes de servir.
Fuente: https://www.hola.com/