Las celebraciones navideñas suelen traducirse en excesos de calorías y alcohol, lo que puede afectar la salud. Aquí vamos a recomendar seguir algunos consejos prácticos para disfrutar de la compañía sin afectar la salud en enero.
Comprar con cabeza
No es que tengas que ser un genio, pero comprar comida en cantidades industriales es como comprar un traje de baño para un elefante. No es que no te vaya a quedar bien, pero… Bueno, ya sabes.
Alcohol, el gran traidor.
El aperitivo previo es como el truco del mago, pero en lugar de hacer que desaparezca un conejo, te hace desaparecer la moderación. Así que, si bebes en el vermú, no te olvides de volver al modo abstemio en la comida.
No saltarte las comidas
No es que tengas que ser un experto en nutrición, pero saltarte una comida es como intentar evitar una reunión con tus suegros. No sale bien. Planifica tus comidas y no te olvides de comer algo menos copioso de vez en cuando.
Dulces, el gran enemigo
Los turrones y los mazapanes son como los enemigos en un juego de videojuego. Si no los tienes en casa, no puedes comerlos. Así que, no los compres en cantidades excesivas y limita su consumo a los días festivos.
Mantén tus rutinas de ejercicio
No dejes de hacer ejercicio solo porque es Navidad. Camina, haz yoga, haz lo que sea, pero no te quedes en la cama comiendo roscones todo el día. Eso es solo una receta para el infarto.