El melocotón en almíbar es uno de esos caprichos que nunca faltaba en las despensas de antes… y ahora vuelve con fuerza a la cocina actual. ¿El motivo? Es versátil, delicioso y muy práctico: puedes abrir un bote y tener fruta lista para usar en segundos, con una textura suave y un sabor dulce que conquista a todos.
Su historia curiosa se remonta al auge de la industria conservera europea a mediados del siglo XX. El objetivo era claro: aprovechar la fruta en su mejor momento para disfrutarla todo el año sin desperdicio. Y vaya si lo consiguieron: hoy es una de las conservas de fruta más consumidas del mundo.
Además de ser perfecto en postres clásicos, el melocotón en almíbar está triunfando en platos modernos donde su dulzor contrasta con:
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Quesos cremosos
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Ensaladas con frutos secos
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Carnes asadas y aves
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Coctelería y smoothies
Tip de experto: Utiliza el almíbar como almíbar para bizcochos o como base de cócteles, ¡potencia el sabor de cada bocado!