Los brotes de soja son una de las mejores formas de incorporar la soja a la dieta habitual. Este nutritivo alimento, que se ha popularizado gracias al auge de la cocina asiática en los países de Occidente, forma parte de la familia de las leguminosas y puede proporcionar muchos beneficios para la salud. Aunque su consumo ha crecido en los últimos años, la presencia de la soja como ingrediente en otros productos viene de lejos. Afortunadamente, hoy la soja y los brotes de soja ya gozan de un protagonismo propio y podemos disfrutarla en solitario para aprovechar aún más sus múltiple y diversas propiedades, ya que comer soja es bueno para la salud.
Una de las principales bondades de la soja, y el motivo principal por el que debe convertirse en un alimento imprescindible en tu dieta, es la proteína vegetal. Su alto contenido en proteína vegetal convierte a la soja en un alimento fundamental para personas vegetarianas y veganas, ya que puede convertirse en una de sus principales fuente de proteína para suplir la de origen animal, presente en carnes.
Por este mismo motivo, la soja también es recomendable para personas que desean perder peso, reducir la ingesta de grasas o siguen una dieta de adelgazamiento. Sustituyen la proteína animal por la proteína vegetal, que aporta alimentos como la soja, para alcanzar sus objetivos sin causar ningún perjuicio a su salud. Además, un tazón de brotes de soja solo contiene 25 calorías y menos de medio gramo de grasa. Concretamente tiene 0,11 gramos. Por todas estas razones, los brotes de soja constituyen una fuente natural de proteína que nada tiene que envidiar a la proteína animal.
Otro de los motivos por los que es bueno para tu salud comer brotes de soja reside en su aporte vitamínico (contiene vitamina C), su contenido en potasio y la presencia de fibra, que ayuda a regular el tránsito intestinal.
A la hora de consumirla es muy importante prestar atención al color de los brotes de soja. Siempre deben ser blancos para asegurarnos de que mantienen sus propiedades. Gracias a las conservas, su calidad está garantizada y, además, nos resulta mucho más fácil incorporar la soja a la dieta: cruda, en ensalada, salteada… ¡Deja volar tu imaginación!
Fuente: celorrio.com