Rica en fibra dietética, con capacidad saciante, baja en calorías y con poder diurético. Si, todo eso es real, pero la alcachofa no es un alimento «milagro» según aclaran los expertos
No, no estamos hablando de la «dieta de la alcachofa», sino del alimento en sí, del vegetal. O mejor dicho de la flor, pues resulta que la alcachofa (cynara scolymus) es una flor de la familia de las «Asteraceae». Se consume como verdura y entre sus características nutricionales principales la Dra. Elena Aguilar, dietista-nutricionista de Codinma, destaca su bajo contenido energético y su riqueza en agua y fibra dietética. También aporta inulina, vitamina A, C y B y minerales como el potasio (especialmente), el calcio, el fósforo y el magnesio.
A la alcachofa se le atribuye la posibilidad de mejorar el tránsito intestinal, así como propiedades hipoglucémicas, hipocolesterolémicas o hipotensoras, por lo que, según afirma la Dra. Aguilar, su consumo se recomienda especialmente a las personas que padezcan estreñimiento, diabetes, colesterol alto, piedras en el riñón o hipertensión.
Además, es fuente de esteroles y sustancias con acción antiinflamatoria y antioxidante, tales como el cinarósido, el ácido cítrico, el ácido málico y el ácido clorogénico.
¿Pero es buena para adelgazar o no?
Al ser un alimento rico en fibra dietética, la alcachofa tiene una alta capacidad saciante. Asimismo, la experta de Codinma revela que es una verdura baja en calorías y tiene un marcado poder diurético debido a su alto contenido en potasio y a una sustancia denominada cinarina, que le confiere ese sabor característico entre dulce y amargo.
Es cierto que, por todas estas características la alcachofa pueda ser uno de los alimentos que figuren en las dietas orientadas a la pérdida de peso. Pero esto no quiere decir, tal como defiende la Dra. Aguilar, que sea conveniente ensalzar a la alcachofa por encima del resto de las verduras y las hortaliza, pues «corremos el riesgo de que la población lo entienda como un alimento milagroso para la pérdida de peso y eso no es cierto», sentencia.
El único modo de perder peso, según aclara la experta, es seguir una alimentación equilibrada, rica en verduras, hortalizas y frutas, pero también con una proporción adecuada de alimentos proteicos, fuentes de hidratos de carbono (especialmente integrales) y ricos en calcio (como los lácteos). En cuanto a la bebida principal siempre debe ser el agua, según explica.
A la hora de distribuir los alimentos, la dietista-nutricionista recomienda el consumo de dos raciones diarias del grupo de verduras y hortalizas. Lo ideal es consumirlas tanto en la comida como en la cena y variar «de color» lo máximo posible. «Las tonalidades de las frutas, verduras y hortalizas nos informan acerca de ciertos nutrientes que predominan en ellos, por lo que lo deseable es llenar de color nuestra alimentación diaria y así enriquecer de nutrientes los platos», recomienda Aguilar.
Otro de los aspectos que subraya la experta es la importancia de elegir productos vegetales de temporada y de proximidad, pues esto hace que los podamos consumir en su estado óptimo de maduración y posean sus mejores cualidades propiedades nutricionales y organolépticas, además de que esta práctica contribuya a favorecer la sostenibilidad.
Fuente: abc.es